¿Tiene sentido continuar intentando conseguir un título del que sólo puedo examinarme una vez al año; que no va a aportar nada a mi vida profesional y que me cuesta un dinero que buenamente podría dedicar a otra cosa (clases de violín me rondan por la cabeza)? Creo que no. Creo que es el momento de cerrar la página de estudiar italiano en sentido estricto. No de desconectar del italiano, por supuesto, en estos momentos escucho un programa de rock en italiano a través de internet, estoy leyendo un libro en italiano... quiero decir que el conocimiento lo tengo y tengo herramientas para mantener vivo y fresco el idioma, a excepción de la conversación.
El año pasado, cuando supe que había suspendido me invadió una gran desazón y mi primera intención fue abandonar. No lo hice, pero no es la misma situación: sí había superado, y por tanto quedaba aprobada durante 12 meses, la parte escrita; era un primer intento y, lo que no es menos importante, había un vínculo de amistad entre nosotros que, a saber por qué, ya no está. Son muchos factores pero sobre todo la sensación de no querer intentar algo por tercera vez, no tengo alma de candidata a presidente del Gobierno
Debería prestar más atención a mi gurú moral, Homer Simpson: Intentarlo es el primer paso hacia el fracaso. Ya lo aplico en las demás facetas de mi vida, no sé qué me había hecho pensar que con l'Universitá di Perugia sería distinto.
Tras este rollazo macabeo, es hora de música y visto el calor que nos está apretando sin piedad, especialmente en Madrid, traigo un tema de Casey Neill & The Norway Rats, un perfecto desconocido y unos colegas, entre los que se encuentran miembros de los consagrados Decemberist o de los Buick 6 de Santa Luci. La canción, All Summer Glory, fue la que me enganchó para pillarme el disco desde su web y viene al pelo por el título. Claro que también viene a cachondeo si pienso en el
Además está que Casey es muy majo, como prueba el pos-it que me envió pegado al CD. Vale que el pavo no es Tom Petty y se lo tiene que currar con cada puñetero oyente de su música que surja en cualquier rincón perdido del mundo, pero a mí estas gilipolleces, como cuando me escribió Brett Detar, me hacen ilusión.
Casey Neill & The Norway Rats. All Summer Glory.