jueves, julio 21, 2011

Raining in Baltimore

Eric… Let’s go home


Se me ponen los pelos de punta  al recordar las palabras con las que McNulty y su sonrisa cínica pusieron fin anoche al paso de The Wire por mi casa.

Era escéptica con todo ese rollo que la precede de ser la mejor serie de la historia (o una de las mejores). Para empezar porque jamás he sabido qué demonios hace de una creación, ya sea un libro, un disco o un cuadro… algo bueno. Es mucho más fácil identificar lo malo.

Sólo puedo identificar lo que me gusta, lo que me dice algo. Los galardones por decreto no me los trago, si una cosa no me gusta me importa una higa cuantas estrellas tenga en las clasificaciones o el dogma sobre su calidad y me importa una higa la perplejidad que provoque. No me gusta Black Sabbath, no me gustan la mayoría de los discos de The Black Crowes después del Southern Harmony, no me gustan  La fiera de mi niña ni Blade Runner, no me gusta La conjura de los necios, no me gusta Mad Men

Pues bien, The Wire merece todas las alabanzas que se le quieran  dar y más. Es  tan sucia, tan descarnada y tan cruel como la vida que la mayoría desconocemos. Las tramas son en principio simples pero en los desarrollos complicadas. A veces me he perdido con todos los dobles y triples juegos, las alianzas y los pactos secretos pero no importa porque lo que hace a The Wire enorme son sus personajes, (qué personajes) sus misiones vitales, sus debilidades, sus auto-indulgencias y sus códigos morales. Mi favorito sin duda, Pryzbylewski, un tipo que constantemente busca su lugar y lo encuentra donde la vida le lleva a empujones.

Por encima de todos los personajes destaca uno: Baltimore, la ciudad, que puede ser cualquier ciudad, cualquier región o cualquier país. Despide mierda por todas partes, se mueve impulsada por la ambición y la corrupción, aparta lo que tenga que apartar pisoteándolo sin piedad por conseguir unos números, sean cuentas de resultados, estadísticas de crimen o resultados en un examen. 

Los que intentan hacer algo para mejorar las cosas son silenciados y apartados si no se suben al carro. Los políticos ladrones, los periodistas mentirosos, los abogados tramposos… todos sonríen a la cámara mientras reciben el aplauso. Las cosas son como son hoy, el mañana no importa.

Recientemente  el  fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, pidió al creador de la serie, David Simons, una sexta temporada a lo que Simons respondió que consideraría la opción cuando el Departamento de Justicia estadounidense cambiara su política sobre drogas, que se ensaña con las clases bajas. No es mala respuesta pero yo preferiría  que Simons nos diera una píldorita más de porquería “made in Baltimore” y se olvidara de ese ni chicha ni limoná que es para mi Treme.

Apunte sentimental: cada vez que veía el gimnasio de Dennis me acordaba de quien uno de los personajes que le echan un cable para abrirlo, Big Man.

Counting Crows. Raining In Baltimore.

martes, julio 19, 2011

I'd Run Away

You said a couple things to me
You said a couple things that showed your place
But how may ways, how many ways can I say it


I'd run away... si pudiera.

Toda esta mierda empezó hace casi cuatro meses con un ligero dolor en la ingle cuando terminaba de correr. Estaba superenchufada, haciendo entre 35/40 kilómetros por semana, a veces más (a los de los maratones les parecerá una filfa, para mí era una barbaridad), y tal vez precisamente por eso ocurrió.Cuando paraba de correr el dolor se iba... pero cada día era menos ligero y tardaba más en desaparecer, hasta que un día no desapareció y me quede cojeando al estilo Fraga.

Madame tendrá título nobiliario pero no tiene pasta para medicina privada, así que tuve que pasar por el médico de cabecera, que no es "il massimo della vita" para diagnosticar lesiones. Me adjudicó una contractura de aductores: reposo, antiinflamatorio,visitas al fisioterapeuta dolorosas, pero la cosa seguía sin mejorar. Cada intento de entrenar, uno escaso por semana, era dolorosísimo cuando no tenía que pararlo.
Finalmente, tras haber retrasado demasiado la vuelta al médico para un segundo diagnóstico, fui al traumatólolo. Después de la radiografía y la ecografía  (para mi sorpresas rápidas), por fin sé qué diablos me pasa: tendintis calcificada. Resultado: la jodida palabra REPOSO.

Puedo montar en bici, nadar... pero lo que quiero es correr. Me gusta, me calma y, sinceramente, es lo que más en forma me tiene porque es lo que más quema y es a lo que mi cuerpo se ha acostumbrado últimamente. De hecho puede que sea imaginación mía pero noto como mi cuerpo se hincha como un balón de Nivea (sí, sí, sí...yo mi fijación con el peso).

Lo bueno es la época, verano, el mejor momento para plantearse un parón total pero es lo que me faltaba  para andar encabronada. En septiembre volveré, aunque se me caiga la pierna a trozos. Será con un estado lamentable y tiempos de jubilada (porque la rehabilitación sera chunga pero la desintoxicación... tela) pero como el Ciborg que magistralmente interpretaba mi adorado Arnold: volveré.

The Jayhawks. I'd Run Away...por cierto, próximo concierto a la vista. Espero resarcirme del peñazo de actuación que me tragué de Mark Olson hace unos meses.

martes, julio 12, 2011

Stay Lucky

But it feels like you just might explode inside
You've been pacing around and waiting
For some moment that might never arrive at all



Pues se acabó. El tour catalán de Madame a propósito de The Gaslight Anthem ha terminado y ahora estoy plof. Es estúpido, incomprensible, caprichoso, delirante y dañino pero siempre me pasa igual: una vez termina algo que he estado esperando con muchas ganas y por mucho tiempo, sólo me queda un tonto pero fuerte estado mezcla de estupor y melancolía. Y es una chorrada porque todo ha ido como era de esperar, sin sorpresas ni sobresaltos, tranquilo, como una seda... o por eso, yo qué sé.


El concierto fue lo que esperaba, tremendo, de lo más intensos que he vivido y de los que más he disfrutado, a saber por qué, más por ejemplo que el que vi en Bruselas en otoño, mi garganta y mi camiseta dan fe de ello. Lo dije en noviembre y lo repito, estos tíos tienen lo que hace falta, sólo necesitan tiempo y experiencia porque el poderío está ahí. 


Y sobre todo Brian Fallon (sería estúpido negar sobre quién recae el peso del grupo en busca de una falsa democratización que no existe en la banda) tiene el cerebro y la labia pero sin arrogancia. Me parece un tipo agradable y agradecido por estar viviendo lo que está viviendo. Por ahí he leído apuntes críticos al momento en que bajó del escenario a cantar Mannish Boy (¡¡¡ganas de quejarse por todo!!!) o por copiar gestos de Springsteen. Partiendo de la base de que en el rock está ya casi todo inventado...¿de quién coño va a copiar los gestos sino de su referente? Se me antoja un tipo muy listo, muy consciente de lo que tiene y cómo manejarlo, tiene cara de buen tío y me lo creo.


La Sala Apolo, me gustó bastante, infinitamente más cómoda y con mejor visibilidad que su versión madrileña que podría ser la Heineken, baceloneses no os quejéis que en eso nos ganáis. Con el repertorio no hubo problemas, me gusta todo del grupo aunque metida a poner alguna pega, creo que pasaron demasiado de Sink Or Swing y un poco de American Slang, mientras que Señor & The Queen y 59' Sound (que admito como su mejor obra hasta la fecha) sonaron enteros. Otra vez me dejaron sin Orphans (con lo que me gusta ese final "When we were young se were diamond Sinatras...") y sin She Loves You pero no faltaron Bring It On ni ese cañonazo final que es The Backseat (¿mi favorita de ellos? muy posiblemente). 


Particularmente acertado y emotivo fue el modo que eligieron para homenajear a Big Man, entrando al escenario mientras sonaba el palpitante saxo de Jungleland (mucho osado la está tocando estos días y algunas son, por ser benévola porque se agradece la intención, sonrojantes).


Tras el concierto y sin más esfuerzo que salir del bar de al lado en el que tomábamos el avituallamiento postconcierto a fumar un cigarro, mientras pasaban todos los pichis tatuados clónicos del equipo (entre ellos el colega de los Horrible Crowes), pude hacerme una foto con Benny y con Alex Levine. Son abiertos, les gusta hablar, especialmente al segundo que se pone a rajar y no para y hasta te cuenta sus planes de luna de miel.


Por cierto Alex, insisto: no se te ocurra cambiar Costa Rica por España.


Stay Lucky. The Gaslight Anthem. No es del jueves pasado porque no he encontrado ninguna de esta canción.

jueves, julio 07, 2011

Bring It On

Mi canción favorita de American Slang, un dramón. El título viene a significar algo así como vamos, adelante, a por ello....

Pues eso, a por ello. Barcelona, para allá voy en un ratito.


The Gaslight Anthem. Bring It On. No pongo el videoclip porque me parece una verdadera mierda, pa' hacer eso ni os molestéis. ¿Tienen sentido los videoclips hoy día con Youtube que ofrece grabaciones de calidad? 

martes, julio 05, 2011

High Lonesome

At night I woke up with the sheets soaking wet
It's a pretty good song, maybe you know the rest


Me cae guay Benny Horowitz. Debe ser un tío majete por lo que leo en su blog The Insomniac Diaries.

Escribe con poca frecuencia, aunque no soy yo quién últimamente para decir esto de nadie. Casi siempre cuenta cosas interesantes y normalísimas a la vez, como de su obsesión por las estadísticas deportivas cuando era un crío, la adaptación de su perro a casa, su adoración por Rocky IV, películas, libros y música que le molan o cuantísimo odia el nuevo estadio de los Giants. 

También ha escrito entradas sobre cuestiones más serias, como los sentimientos encontrados que le produjo el asesinato de Bin Laden o las sensaciones que experimentó en Japón en pleno terremoto/tsunami en Japón, donde estaba por trabajo, si bien en la zona del país que no se vio afectada.

De su trabajo no habla demasiado. Es batería y a lo mejor por eso me cae bien (yo hubiera querido tocar la batería) o por que es vegetariano. Forma parte de los prácticamente desconocidos Spiro Agnew  y sobre todo de The Gaslight Anthem. Si éstos repiten el repertorio que están haciendo en Europa cuando no tocan en festivales o telonean a alguna otra banda, será a Benny atizando en la entrada de High Lonesome lo primero que oiré en el concierto del jueves en Barcelona. 

Pues me gusta para arrancar, más que The Sprit Of Jazz.

The Gaslight Anthem. High Lonesome