You Never Know What You're In For

Hay muy pocas cosas en esta vida en las que se pueda confiar a ciegas.

Este hombre sobre un escenario es una de ellas.

See you next year, Mr. Murphy.

Elliott Murphy - You Never Know What You're In For. Hermosísima canción

A Guy Like Me

Bueno, después de la última entrada están claras varias cosas:

- Como decía el nombre de aquel célebre programa de radio, ustedes son formidables.

- Me explico rematadamente mal. Di a entender que me pasaba algo horrible o que pasaba por un momento espantoso y no es verdad.

Sí que estaba un bastante sobrecogida porque supe algo terrible sobre una persona a la que conocí hace mucho tiempo pero más bien lo que ha pasado en el último mes y pico es una sucesión de pequeñas mierdas: pequeñas malas noticias, pequeñas decepciones, pequeños malentendidos, pequeñas situaciones embarazosas, pequeños proyectos que se van por el sumidero.

Lo que pasa es que, como explica muy bien Scorpio, protagonista de uno de los mejores capítulos de la historia de Los Simpson, “las pequeñas cosas son las que hacen la vida”:



Así que para quitar malos rollos y grises traigo al Ducado una de mis canciones favoritas de los útimos tiempos. Si de algo me alegro es de no haber descubierto a Reckless Kelly hasta hace poco (J. eres un tesoro).. así tengo tanto para disfrutar de golpe. Y por Dios, cómo me gusta este tema... algunas noches, mientras volvía a casa en mi coche, me la he puesto varias veces seguidas... Me chifla ese estribillo... Why don't you wanna fall in love with a guy like me? Pues eso, a ver. Por qué.

Reckless Kelly. A Guy Like Me

January

De verdad que no me mola nada la negatividad. No me gusta que este chiringuito que me he montado en el Ducado parezca un lugar para vomitar pesimismo, penas, malos rollos y peores humores. Pero es que las cosas no ruedan de otra manera. Diciembre fue una verdadera mierda. Empezó mal y acabó peor. Enero va por el mismo camino.

Además hay cosas que no ayudan a remontar. Hay noticias que para la inmensa mayoría de la humanidad se quedan en un breve o un espectacular titular de un día y no más. Pero para quien el nombre es más que un nombre, es una persona de carne y hueso, deja muy mal cuerpo porque no se pueden creer.

Es que no hay forma de entenderlo. Porque tengo una noción, una idea, un recuerdo, muy viejo y muy borroso por el tiempo de un tipo alegre, bromista, jovial, siempre sonriente y haciendo sonreír. No fue una amistad fraternal la nuestra, ni mucho menos, fue un colegueo de verano en la orilla de la piscina mientras él perseguía a mi amiga que (qué raro) era muy buena en lo de dejarse perseguir. Me caía muy bien.

Se acabó el verano y nunca volvimos a encontrarnos. Estos días he visto fotos de aquella época, año arriba año abajo. Hace muchos años, veinte seguramente, en los que han pasado muchas cosas. Pero me cuesta entender una decisión así, tan dramática, tan dura, en una persona que en mi memoria aparece siempre sonriendo y que por lo que he podido leer no había cambiado demasiado.

Da miedo pensar lo bruscamente que gira la vida.

Black Label Society. January